Como el vino....

No me da vergüenza enseñar mis primeros trabajos.

Fofuchascomomolan

2/25/20232 min leer

Como el vino, con el tiempo...

No me da vergüenza enseñar mis primeras FOFUCHAS, ya que así se puede ver la gran evolución de mi trabajo a lo largo de los años.

Nada tienen que ver las primeras, donde los brazos y manos eran planos, las piernas de las chicas no tenían forma estilizada, el cuerpo era un triángulo sin forma alguna, los acabados no eran tan limpios como lo son hoy, la introducción de telas para los vestidos de comunión e incluso vaquero para los pantalones, intentando en cada una conseguir una réplica fiel al original, peinados más reales, y copia casi exacta de accesorios y detalles.

10 años en los que fofucha a fofucha he intentado superarme cada día un poquito y que el resultado fuera el mejor. Esta claro que la experiencia, la constancia el aprendizaje, lo son todo para qué a día de hoy mis fofuchas tengan una apariencia buena.

Puedo decir que mi aprendizaje es autodidacta, a base de prueba y error, repetición, investigación, constancia de mucha dedicación, de entusiasmo, de cansancio a veces y mucho mucho trabajo diario.

Y como todo en la vida no se puede uno estancar hay que seguir aprendiendo, reciclándose, y salir de tu zona de confort para mejorar siempre.

La perfección no existe, pero yo intento todos los días, acercarme un poquito más.

Espero seguir dando mi 100% a mis muñecas para que vosotros podáis disfrutar de ellas.